jueves, 5 de mayo de 2011

Mexicanos secuestrados

Corría el año de 1954, cuando cualquiera podía andar a altas horas de la noche, sin siquiera sentir un poco de temor de un asalto, una violación o un secuestro. En ese año sólo hubieron dos casos muy sonados referentes al tema del secuestro: Norma Granat, una niña de ocho años, hija del dueño de varios cines en la capital, fue secuestrada, y a lo cual sus captores pedían 400 centenarios de oro; el otro caso, el de un sacerdote poblano, que luego de ser plagiado, fue finalmente hallado muerto. Así los años pasaron sin que el secuestro fuera un tema recurrente en los temores del mexicano, sino hasta la llegada de los ochenta y los noventa, cuando comenzó a crecer de modo exponencial este delito. Las estadísticas señalan que en el sexenio de Salinas, fueron denunciados aproximadamente 2,000 secuestros. Pero en el sexenio zedillista apareció en escena quizá el hasta ahora más temido: Daniel Arizmendi, “Mochaorejas”, quien fue detenido en 1998 y sentenciado a 50 años de prisión. El llanto de los padres por el asesinato del secuestrado bebé Braulio Suárez, en 1999, dio lugar a un gran debate en la población, la clase gobernante y los medios de información: la pena de muerte a los secuestradores. Todo quedó en el aire y ya nadie volvió a hablar de ello. Durante la estadía de Fox, fueron denunciados 2,593 secuestros. Pero en el gobierno de Calderón, según el Plan Nacional de Desarrollo (PND), de 2007 a 2010 hubieron 4,302 secuestros. Aunque, conforme a datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y asociaciones civiles, por cada secuestro denunciado existen otros tres que no lo son. Sin embargo, hay algunas otras asociaciones civiles que aseveran que por cada secuestro de los que fueron denunciados, se cometieron otros 16. Pero estos números no toman en cuenta los “express” -por horas- y los masivos de inmigrantes (la CNDH estima en 10,000 secuestros de inmigrantes en el primer semestre del 2010), con los cuales si fueran sumados, la cifra total aumentaría de manera radical. Podríamos confirmar, a todas luces, que somos una sociedad secuestrada por la privación forzada de la libertad y la impunidad, sin mucha ayuda real prestada de la autoridad, pues se calcula que de las cifras oficiales, sólo el 10% de las víctimas son rescatadas; el resto son asesinadas o liberadas a cambio de ser complacida la petición del secuestrador. Ultimando la imagen, Haití ocupa el primer país en el mundo donde hay más secuestros, seguido, en segundo lugar por México. Los secuestros aumentan, la impunidad prevalece, las estadísticas juegan a seguir ascendiendo por las escaleras, posiblemente mañana, también de algún familiar, algún amigo o de uno mismo. Aguardamos el día en que el secuestro sea convertido en un vestigio del ayer, que sea parte ya de la historia de un México rojo, anhelamos y exigimos una matria, como dijera Machado, más bien sana y en paz, con ella y con quienes la habitamos y la queremos aún más que a la patria misma.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Bienvenidos a Semblante caído!!

Antes que nada, me presento: soy un joven mexicano que verterá sus opiniones en torno a los infinitos escenarios sociales que uno puede observar en México. Algunos son, acaso los menos, de cara feliz; pero otros, los más, le pertenecen a un semblante triste, caído. Así es empezado este espacio cibernético. Más datos míos se los iré dando a saber con el paso del tiempo, pues los supongo como lo menos importante en la misiva del blog. Por último, agradezco tu visita y adelante!

Mexicanos secuestrados

Corría el año de 1954, cuando cualquiera podía andar a altas horas de la noche, sin siquiera sentir un poco de temor de un asalto, una viola...